Casa Asilo y el Rebost Solidari de Sant Andreu (DISA Sant Andreu) son la prueba práctica de que aprovechar los excedentes de comida cocinada de un centro educativo o un geriátrico es posible e, incluso, sencillo y práctico. Esta es una de las conclusiones que se extrae de la mesa redonda que tuvo lugar ayer lunes día 4 de julio en el auditorio de la Casa Asil de Sant Andreu del Palomar. 635 raciones de comida aprovechadas en dos meses y una colaboración para cocinar regularmente legumbres secas es el balance práctico de la relación entre estas dos entidades, promovida desde el Pont Alimentari.
El objetivo de la charla era animar a más centros y empresas de cocina a participar en el proyecto, de modo que se pueda hacer red y dar respuesta a necesidades sociales reales a la vez que se consigue dejar de tirar comida en buen estado. Todo ello, como ha subrayado la Sra Carmen Turégano, gerente del Distrito, «de una forma sostenible y sostenida en el tiempo».
Estas alianzas van acompañadas de toda una serie de otras iniciativas, promovidas desde la administración pública y también desde la sociedad organizada, que pasan por sensibilizar y cambiar pautas de comportamiento hasta ahora aceptadas y normalizadas. Una muestra son las recomendaciones para el abordaje de las comidas con los niños, que nos ha presentado María Manera (Programa de Revisión de los Menús Escolares, impulsado por la Generalitat), con consejos prácticos para mejorar la calidad de las comidas escolares, tanto nutritivamente como a nivel de hábitos alimentarios, y otra muestra son las actividades para trabajar el despilfarro en las escuelas, presentadas por la Melani Márquez y Alba Galofré, del programa «Ens ho mengem tot«. En definitiva, una nueva manera de sumar sinergias para ir cambiando, poco a poco, el modelo de consumo y de generación de residuos que tenemos actualmente. Esperamos que, viendo ejemplos prácticos y con tantas herramientas a su alcance, se sumen a este movimiento muchas otras empresas y entidades.